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Por Néstor Altuve / @nestoraltuve / nestoraltuve@yahoo.com
La corrupción es un problema que afecta a muchos países, incluyendo a Panamá. Sin embargo, la tecnología, en particular la Inteligencia Artificial Generativa (IAG), puede ser una aliada poderosa en la lucha contra este flagelo.
La IAG se basa en crear nuevo contenido a partir de datos existentes, y puede ser utilizada para detectar patrones de corrupción en la administración pública. Por ejemplo, puede analizar grandes volúmenes de datos de contrataciones públicas e identificar anomalías o patrones sospechosos que podrían indicar actos de robo al erario. Además, la IAG puede prevenir estos robos al analizar datos históricos y predecir dónde es más probable que ocurran en el futuro, permitiendo que los funcionarios tomen medidas preventivas. También puede ayudar a diseñar políticas y procedimientos más eficientes y transparentes, reduciendo las oportunidades de corrupción.
La IAG también es útil en el seguimiento, ya que puede monitorear en tiempo real las transacciones y actividades del gobierno, alertando a los funcionarios sobre cualquier actividad sospechosa. Esto permite una respuesta rápida y efectiva, evitando que los actos de corrupción pasen desapercibidos.
Sin embargo, la implementación de la IAG en esta lucha presenta desafíos. Se requiere una inversión significativa en infraestructura tecnológica y capacitación, además de garantizar la privacidad y seguridad de los datos.
A pesar de estos desafíos, la IAG tiene un gran potencial para combatir la corrupción. Aunque requiere compromiso e inversión, los beneficios potenciales merecen explorar esta opción. Con la dedicación adecuada, la IAG puede convertirse en una herramienta valiosa para disminuir significativamente este flagelo.
Publicado originalmente en Metro Libre Panamá – Ver Aquí