
La forma de evaluar el retorno de la inversión (ROI por sus siglas en inglés) vendrá determinada por los objetivos iniciales que se establezcan. Mientras que la mayoría de las transformaciones evaluarán el ROI en función de los ingresos, utilidades y rentabilidad, pueden utilizarse otros criterios para determinar el éxito. Si tu objetivo es modificar el proceso de contratación, el ROI podría evaluarse en función del número de candidatos atraídos por tu empresa. Es clave determinar qué variable será más útil para medir el éxito de la transformación.
En algunas circunstancias, los cambios digitales pueden generar un rápido retorno de la inversión. Por ejemplo, una empresa de tecnología de seguros desarrolló un cuadro de mando que ahorró a los clientes de la empresa un 35% en costos anuales en el transcurso de tres años.
En otras circunstancias, es posible que el ROI no se perciba hasta pasado algún tiempo. Por eso es fundamental hacer un seguimiento de los indicadores clave de rendimiento (KPI’s por sus siglas en inglés) de los proyectos y asegurarse de contar con el apoyo de toda la organización. La mayoría de los ejecutivos prevén ver un ROI entre uno y tres años después de la implantación.
En el mejor de los casos, las revoluciones digitales pueden convertirse en un regalo perpetuo. Las integraciones digitales a gran escala suelen proporcionar varios beneficios que acumulan valor con el tiempo. Al aumentar la experiencia y el compromiso del cliente, puede descubrir nuevas opciones de productos y fuentes de ingresos. Si tu transformación aumenta la eficiencia operativa, puede aumentar la retención de empleados o contratar nuevos talentos.
Fuente Consultada: Arcweb Technologies