Por Néstor Altuve / @nestoraltuve / nestoraltuve@yahoo.com

Antes de implantar una o varias tecnologías, además de las definiciones estratégicas del caso, es imperativo y clave precisar el cómo la empresa generará los ingresos y la rentabilidad con estas. Existen varios modelos para lograr los fines propuestos y podemos resumirlos en los siguientes siete pasos:

En primer lugar, determinar los beneficios de la(s) tecnología(s) disruptiva(s) y cómo puede(n) beneficiar a los consumidores, actuales y potenciales. A continuación, investigar y examinar las estrategias de monetización existentes en el mercado para determinar cuáles son las más adecuadas para la(s) tecnología(s) seleccionada(s).

Como tercer paso, hay que establecer unos objetivos de monetización cuantificables, como lo son la generación de ingresos, el período de recuperación, el retorno de la inversión (ROI), el valor presente neto (NPV), etc. Con esto, crear un plan de acción para implementar el modelo de monetización elegido, incluida la estrategia de precios, los canales de distribución, la promoción, etc.

Ya yendo a la acción, implementar la estrategia de monetización y evaluar su desempeño mediante el seguimiento de las metas establecidas. Posteriormente, realizar los ajustes y mejoras constantes según los resultados y las demandas del mercado.

Por último, y no menos importante, está el supervisar y analizar continuamente los resultados del modelo de monetización y estar atentos para responder a los cambios en la demanda del mercado y de los clientes.

En resumen, al implantar cualquier tecnología, la clave es hacerlo pensando en incorporarlo inmediatamente al negocio y consecuentemente en la generación de ingresos. Lo demás sería una pérdida de recursos.

Publicado originalmente en Metro Libre Panamá – Ver Aquí